El 26 de enero celebramos el Día Nacional de Australia, para conmemorarlo, organicé un evento donde la gente pudo experimentar un poco de Australia a través de su deliciosa comida, vino, música e imágenes de sus hermosos paisajes. Entre nuestros invitados contamos con representantes del gobierno mexicano, sociedad civil, cuerpo diplomático y sector privado. Este evento no hubiera sido posible sin el apoyo de nuestros increíbles patrocinadores, especialmente Woodside Energy y Aleatica.
Esta celebración fortaleció las conexiones entre el sector empresarial y gubernamental, así como vínculos interpersonales. Permitió mostrar lo que Australia tiene que ofrecer como lugar para trabajar, invertir y estudiar, al tiempo que destacó el valor que nuestra gente y empresas aportan a México.
Pero este día es más que una celebración, es un día para reflexionar sobre lo que significa ser australiano, celebrar nuestro presente y reconocer nuestra historia. Antes, celebrábamos lo que se consideraba un país “joven”. De hecho, esta palabra figuró durante muchos años en nuestro himno nacional hasta que se cambió “joven y libre” por “unido y libre”.
Hoy tenemos una apreciación más profunda de nuestra historia e identidad cultural, que implica el reconocimiento de las Primeras Naciones. Respetamos y celebramos la supervivencia, resistencia y contribución de los pueblos aborígenes e isleños del estrecho de Torres, con más de 65 mil años de cultura ininterrumpida.

Con sólo 27.6 millones de habitantes, Australia es uno de los países con mayor diversidad cultural y lingüística. Más de 29% de la población nació en el extranjero y 48% de los australianos tiene un padre nacido en el extranjero. Todavía se hablan 120 lenguas de las Primeras Naciones y más de uno de cada cinco australianos habla en casa un idioma distinto al inglés.
Es la 14 economía del mundo y tiene el tercer producto interno bruto per cápita más alto del mundo. Somos una nación de libre comercio y trabajamos duro para defender las normas comerciales internacionales que han contribuido a la prosperidad de nuestra economía. Es un país de innovadores, que han aportado al mundo cosas como el refrigerador, la caja negra de los aviones, el ultrasonido, el oído biónico y el wifi.
Australia tiene una democracia vibrante; ofrece oportunidades educativas de categoría mundial, con 38 universidades australianas incluidas en el 2025 QS World University Rankings, y tiene una mano de obra altamente calificada.
Australia tiene mucho de lo que enorgullecerse. Somos una nación dinámica y multicultural en la que se valoran las opiniones, creencias y contribuciones de todos.
Nota original publicada en Excélsior