A nivel global América Latina es una de las regiones que enfrenta mayores retos para mejorar la seguridad vial. Para avanzar y salvar vidas, necesitamos trabajar en equipo entre las autoridades, las empresas y la sociedad civil. Por su parte, el sector privado es capaz de movilizar y optimizar recursos, innovar al aplicar mejores prácticas internacionales y medidas de contención, y construir acuerdos estratégicos que aporten a mejorar las condiciones de seguridad para todas las personas.
Según el último Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial de la Organización Mundial de la Salud, las fatalidades por accidentes de tránsito en las Américas representa un 12% de las muertes globales. Los datos muestran una disminución del 9% de la tasa de mortalidad por tránsito en esta región. Pero, de los 32 países evaluados, solo nueve lograron reducir las muertes. Brasil, México y Colombia, son los países con más decesos.
La infraestructura juega un rol importante en la seguridad vial, dado que las condiciones de las carreteras influyen en la prevención de accidentes. En América Latina donde es común que los gobiernos enfrenten una escasez de recursos para invertir en infraestructura, las asociaciones público-privadas (APPs) son una herramienta que además del financiamiento, impulsa la aplicación de mejores prácticas internacionales en temas de seguridad.
En Aleatica, una operadora de infraestructura de transporte a nivel global, las APPs nos han permitido acceder a financiamiento innovador para generar soluciones de seguridad vial en nuestras concesiones. Estas iniciativas incluyen la incorporación de barreras laterales, bandas reductoras de velocidad, barreras sonoras para alertar a los usuarios si están saliendo del camino y absorbedores de impacto. En conjunto, estas medidas permiten que las carreteras se vuelvan perdonadoras del error humano, de acuerdo con lo que promueve el Enfoque de Sistema Seguro adoptado por las Naciones Unidas.

La evaluación de la calidad de la infraestructura vial desde una perspectiva de seguridad también ha registrado avances en años recientes. El Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP) revisa la seguridad vial mediante un sistema de clasificación por estrellas. Un análisis de la Universidad Johns Hopkins reveló que de 2016 a 2024 la metodología de iRAP brindó información que ayudó a salvar cerca de 700,000 vidas en 74 países.
La meta de la ONU bajo el Decenio de Acción por la Seguridad Vial 2021-2030 es reducir 50% las muertes por accidentes de tránsito. Según datos de iRAP, si cada país invierte tan solo el 0.2% de su PIB anualmente, se salvará a 400 mil vidas. Además, cada dólar invertido genera un retorno de $8 dólares.
El sector privado también contribuye a la seguridad vial al ayudar a la construcción de alianzas estratégicas para establecer compromisos y soluciones concretas. Por ejemplo, desde la Fundación Aleatica para la Seguridad Vial, hemos impulsado la Primera Reunión Regional de la Global Alliance of NGOs for Road Safety en América Latina que tuvo lugar en la Ciudad de México en noviembre de 2024.
Adicionalmente, participamos en la Cuarta Conferencia Ministerial Mundial de Seguridad Vial que acaba de culminar en Marruecos, un foro que define nuevas metas globales. Durante este encuentro, se firmaron dos acuerdos: uno con la FIA Foundation bajo el marco de la Child Health Initiative, con el objetivo de generar entornos más seguros para los niños y jóvenes; y otro con la Global Alliance, quien además sumó a más aliados de la sociedad civil para seguir generando proyectos de incidencia.
Es urgente acelerar el paso y consolidar esfuerzos dado que una mayor inversión en seguridad vial aporta a mejoras en la infraestructura y a la actividad de nuestras economías. Los compromisos adquiridos en la Conferencia Ministerial de Marruecos deben traducirse en acciones locales que salven más vidas y hagan del derecho a la movilidad segura una realidad.
Nota original pulicada en El Sol de México